He de confesar q no soy objetiva, ya q actuando mi amiga Itziar Mendizabal, que no venía a actuar en España desde hace años, me afecta.
3 coreografías modernas, 2 de ellas muy al estilo d Victor Ullate o de Bejart, que fue su maestro, y una tan diferente de todo que…tuve q pedir una explicación a la salida para entenderla.
Empecemos por esta incomprensible pieza dn juegan con el escenario, las lunes y el desconcierto. Los bailarines aparecen entre sombras, incluso llevan luces, cual árbol d Navidad, se mueven con movimientos abruptos, saltos y con gran esfuerzo por nuestra parte, intentamos darle un sentido a la obra, que luego no coincidía con el del creador. Con escenas demasiado explicitas que hasta ruborizaron a cierta parte del publico, pensamos que hablaba del estrés de la vida cotidiana, cuando quería expresar el amor a todos los niveles, wow! Jamás lo habría acertado! Aunque supongo que lo importante es que transmita algo e inquiete al espectador, que sin duda…esto sí lo consiguió.
Las otras dos coreografías, donde sí actuaba mi amiga, de gran fuerza escénica con esfuerzo técnico del todavía más buscando encajar una rápida y atronadora música con giros, saltos y gran yetes.
Muy basadas en el cuerpo de baile, a pesar de tener grandes figuras, no destaca por primar unos sobre otros, ni contar una historia concreta, si no que dota a todos sus bailarines con fuerza escénica.
Estas coreografías son de Uwe Scholz coreógrafo principal de la compañía que murió hace poco y que es muy del estilo de los nuestros.
Había visto el ensayo de la primera coreografía en una visita a Leipzig y aquí ganó en fuerza, limpieza y armonía.
Lo reconozco, no soy objetiva y es un estilo que conozco o que no rompe, por lo que lo puedo valorar mejor.
Opera de Leipzig. Con Itziar Mendizábal en Teatro Madrid. Mayo 2008.
Photos por Joachim Manuel Riederer
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