Hacia tiempo que no esperaba con tanta expectación una obra.
Pocas veces he hablado tanto a todo el mundo sobre un espectáculo ni he conseguido crear tanta curiosidad alrededor de la misma.
El actor protagonista y la película n la q está basada esta obra, fueron los 2 grandes alicientes, pero el resultado, lo encontrado, fue mil veces mejor d lo q había imaginado.
El teatro decorado d arriba a bajo cn fotos n blanco y negro d la obra. Entras a la sala y, cm si hubieras llegado sin avisar, sin ser invitado, encuentras el escenario ya funcionando, los personajes ya están viviendo su vida sin esperar a q tú llegues!!
Desde ese momento comprendes q no es una obra normal y poco a poco te ves absorbido por ella. Juega contigo, te acongoja, maneja tus sentimientos cm si un personaje más fueras y se atreve a hablarte directamente a la cara.
Tiene muxo d metateatro, con esa voz n off q habla directamente con el público, q es en parte contexto y decorado.
Las Amistades Peligrosas tiene un argumento potente, quien va a ver la obra, sabe q no va a encontrar algo sencillo, pero aqui los sentimientos están elevados a su máxima potencia, están fuera de control y expresados con todas las armas posibles.
La escenografía, ese muro q se mueve, ahoga y apoya, según lo q haga falta. La expresividad de la fruta, los juegos d luces y los movimientos coreografiados hacen de Barroco una obra completa, cerrada, fabulosa en cada detalle donde cada pieza ha sido tocada por grandes artistas.
La vi dos veces, y la segunda m permitió apreciar detalles, q la primera vez no había descubierto anonadada por el flash de la novedad y d la agresividad e impertinencia q la obra expresaba. M permitió reconocer la película entre las frases, apreciar la coreografía dl bailarín y establecer mejor esos símbolos q m permitieron una mayor identificación con cada escena.
Sin duda, volvería a verla. Sin duda, invitaría a verla a todo el mundo pero, con valor, con la mente abierta para poder absorber lo que esta gran obra ofrece.
Pocas veces he hablado tanto a todo el mundo sobre un espectáculo ni he conseguido crear tanta curiosidad alrededor de la misma.
El actor protagonista y la película n la q está basada esta obra, fueron los 2 grandes alicientes, pero el resultado, lo encontrado, fue mil veces mejor d lo q había imaginado.
El teatro decorado d arriba a bajo cn fotos n blanco y negro d la obra. Entras a la sala y, cm si hubieras llegado sin avisar, sin ser invitado, encuentras el escenario ya funcionando, los personajes ya están viviendo su vida sin esperar a q tú llegues!!
Desde ese momento comprendes q no es una obra normal y poco a poco te ves absorbido por ella. Juega contigo, te acongoja, maneja tus sentimientos cm si un personaje más fueras y se atreve a hablarte directamente a la cara.
Tiene muxo d metateatro, con esa voz n off q habla directamente con el público, q es en parte contexto y decorado.
Las Amistades Peligrosas tiene un argumento potente, quien va a ver la obra, sabe q no va a encontrar algo sencillo, pero aqui los sentimientos están elevados a su máxima potencia, están fuera de control y expresados con todas las armas posibles.
La escenografía, ese muro q se mueve, ahoga y apoya, según lo q haga falta. La expresividad de la fruta, los juegos d luces y los movimientos coreografiados hacen de Barroco una obra completa, cerrada, fabulosa en cada detalle donde cada pieza ha sido tocada por grandes artistas.
La vi dos veces, y la segunda m permitió apreciar detalles, q la primera vez no había descubierto anonadada por el flash de la novedad y d la agresividad e impertinencia q la obra expresaba. M permitió reconocer la película entre las frases, apreciar la coreografía dl bailarín y establecer mejor esos símbolos q m permitieron una mayor identificación con cada escena.
Sin duda, volvería a verla. Sin duda, invitaría a verla a todo el mundo pero, con valor, con la mente abierta para poder absorber lo que esta gran obra ofrece.
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