fascinante variedad

Un Butho japonés,

un musical de copla

y el ritmo de los tambores.

Es fascinante la variedad cultural

y las experiencias del mundo.

Como cada obra al marge de los gustos

algo te aporta si en el momento adecuado llega.

Sankai Juku, el grito de las sombras. Angustia o dolor, son las palabras que le definen pero, con su tranqulidad y parsimonia, una experiecia zehn te comunica.

Innovador es su origen, tras la 2ª Guerra Mundial, desde Europa en los 80, llega a mi, innovadora y diferente en detalles. El uso de los materiales y el hombre deshumanizado como maniquies, casi sin rostro, sin expresión, es lo más desgarrador e impactante de todo el espectáculo.

Enamorados Anónimos, una exageració del amor, una vivencia surrealista y alocada con momentos de Almodovar realmente kitch.

Y lo disfrutas, si no te lo toma en serio, si te ries y tomas lo bueno que tiene la obra, las canciones del pasado, los colores enloquecedores y los personajes superfluos.
Nos da una esperanza, tal vez una nueva e interesante idea, la terapia de amor, el amor como una enfermedad que se puede curar!! Un atractivo planteamiento que se desvanece en tòpicos y canciones populares para demostrar que por muy diferentes que sean las personas, el amor necesitan.

En fin, nada nuevo, nada extraordinario pero muy muy divertido, si sabes verlo.

Mayumana, el último trío es increible, potente, enérgico, vital, original, y un largo etcetera. Desde el primer momento te atrapa y deseas saltar al escenario.

Luz y sonito. Artistas al mismo ritmo pero cada uno diferente, individual, son sus matices de estilo que aquím, al contrario que en la mayoría de las compañías, en vez de evitarlo, se explota y cada uno aporta cosas muy diferentes a su manera.
Entre flamenco y árabe, puro Brasil, rap hiphopero o blues, todo se entremezcla en ese escenario.

A parte de la escenografái y el baile, el conseguir la participación, la interacción del público es fantástico. Sin complejos, con alegría conectan con la gente y no se cortan.

Al final, tras aplausos y emoción, la implicación es tal que saltan del escenario para unirse con la gente para dar los últimos pasos con el público.

Un espectáculo, para vivirlo.